Soneto LXIV
De tanto amor mi vida se tiñó de violeta
y fui de rumbo en rumbo como las aves ciegas
hasta llegar a tu ventana, amiga mía:
tú sentiste un rumor de corazón quebrado
y allí de la tinieblas me levanté a tu pecho,
sin ser y sin saber fui a la torre del trigo,
surgí para vivir entre tus manos,
me levanté del mar a tu alegría.
Nadie puede contar lo que te debo, es lúcido
lo que te debo, amor, y es como una raíz
natal de Araucanía, lo que te debo, amada.
Es sin duda estrellado todo lo que te debo,
lo que te debo es como el pozo de una zona silvestre
en donde guardó el tiempo relámpagos errantes.
Pablo Neruda
Corazón, de irremediables penas agitado....
ResponderExcluirAh este poeta das confusas palavras
ResponderExcluirCantador de todas as canções de tristeza
Trovador vestido de arlequim trapeiro
Fazendo vénias a uma imaginada realeza
Que diz palavra sobre palavra
Às vezes fica mudo com um olhar de dor
Dos seus lábios escorrem sons sem sentido
Porque…Às Vezes Há Palavras Que São Como Fazer Amor…
Doce beijo
Esta mañana el sol se asomó
ResponderExcluirtímidamente a tu ventana,
y al verte se retiró confundido;
creyó ver en tus ojos dos soles
que competían con él en sigilo
en los albores de la mañana;
y que tus sábanas eran esas nubes
multicolores, inquietas de la madrugada
que bailaban contigo en la sala.
Amiga, gracias por compartir.
Jecego
Um belo domingo e uma semana repleta de paz pra ti minha amiga querida...beijos e beijos.
ResponderExcluirOie! brigada pela visitinha, adoro seu blog também, tenha uma semana abençoada e feliz, bjão.
ResponderExcluirLer Neruda é recordar emoções.
ResponderExcluirEste soneto é muito especial porque me faz recordar muitas coisas boas.