Soneto XLIII
Un signo tuyo busco en todas las otras,
en el brusco, ondulante río de las mujeres,
trenzas, ojos apenas sumergidos,
pies claros que resbalan navegando en la espuma.
De pronto me parece que diviso tus uñas
oblongas, fugitivas, sobrinas de un cerezo,
y otra vez es tu pelo que pasa y me parece
ver arder en el agua tu retrato de hoguera.
Miré, pero ninguna llevaba tu latido,
tu luz, la greda oscura que trajiste del bosque,
ninguna tuvo tus diminutas orejas.
Tú eres total y breve, de todas eres una,
y así contigo voy recorriendo y amando
un ancho Mississippi de estuario femenino.
Pablo Neruda
Parabens pela postagem. valeu apena eu ter passado por aqui lendo um soneto do Maior poeta Chileno de todos os tempos. Vim lhe convidar a passar pelo meu blogue, dá um olhadina, depois pára, e depois sorrir para ele, e se possivel deixar rabiscado com a sua presença de nobreza, qualquer frase
ResponderExcluirTenha um final de semana agradave. E receba um abraço abrasileirado